miércoles, noviembre 08, 2006

Sabe Dios cuánto te quiero y cuánto le hablo de tí


Todavía me acuerdo cuando llegó, con su traje de lana tejido a rayas por su tía Wayita. Era un día terrible, con mucho viento y una lluvia que pegaba de lado y hasta por debajo del paraguas. Se contrastaba con el intenso calor que había dentro, de pronto me ahogaba, transpiraba, le quitaba la ropa, la acostaba sola para no sofocarme más. Su abuelo nos trajo a la casa, y antes de bajarnos del auto luego sacó una cajita con forma de conejito blanco donde esperaban un par de aros de oro para situarse en sus pequeños lóbulos.


Era tranquila y silenciosa, su nombre definitivamente era una profecía. Mi casa sentía una quietud distinta que se alternaba con los momentos en que el mayor reía y canturreaba, cuando veía sus programas de televisión, cuando retumbaba aquella tos creciente dentro de ese pecho de niño, que llegó para quedarse.

Viernes en la noche y comienza la pesadilla cuando sólo tenía 15 días.
Se resfría, estornuda, tose. La cuido.
Sábado nuevamente tose. La abrigo.

La madrugada del domingo me invadía la pena, el cansancio y el miedo al saber que su fragilidad corría peligro. Quise darle leche pero me rechazó. No quería probar mi pecho. En ese momento supe que era grave y le abrí su ropa: sus costillas se encojían como queriendo aspirar todo el oxígeno del planeta en una sola inhalación.

Lo desperté llorando, le dije que era urgente, que al otro día la llevaría donde el doctor con o sin él, que fuese a terminar su trabajo de titulación si quiere pero alguien tenía que atenderla y que yo no me quedaría tranquila si no fuera así. Me abrazó, me hizo cariño.

Quise dormir pero las lágrimas me despertaban en un interminable goteo.

Así fue como al otro día fui a parar al Hospital de Niños, como a las 3 de la tarde. Mi mamá me acompañó para que no me diera ningún ataque de histeria supongo... las veces anteriores que había ido me atendieron pésimo y sólo porque me puse a llorar con escándalo me tomaron un poco en cuenta, sin embargo fueron muy malas experiencias las que tuve que pasar con su hermano mayor. El doctor que la atendio me explicó que no habia sido por el frio de julio, sino por contagio: claro, esa tos había embarcado en el Jardín de Niños por su hermano y nos había atacado a todos... venía camuflada. El diagnóstico: Bronconeumonia por Virus Respiratorio Sincicial. Justo a ella, por ser tan pequeña e indefensa, el virus se fue directo a su pulmón, que se había inflamado tanto hasta faltarle el oxígeno y causarle dolor.

Me llamó. Me pidió un número telefónico. Le dije: la bebé está enferma, la hospitalizarán al menos 3 días. Si hubiera sabido que estaría una semana completa me habría dado el berrinche ahí mismo.

Me expulsaron de la sala y como sabía que ella sufría ahi dentro con esos exámenes despiadados me dediqué a observar recién el resto del hospital: una mamá lloriqueaba al lado de su hija pequeña y le decía "¡tienes que avisar por favor! tienes que hacer en este frasco o te van a meter una manguera por la vagina", me puse a llorar. Otra mamá andaba sola con su bebé, su bolso y otras cuestiones, la llaman, y por apurarse su bebé cae de cabeza al suelo. Despues de unos segundos de una amnea que parecía interminable el niño llora desgarradamente. La madre lo recoje y le dice a la enfermera " !señora! mi hijo se acaba de caer, se pegó en la cabeza". La enfermera le responde "¿y qué quiere que haga yo? si usted ya lo recogió". En ese momento me desesperé. Me levanté de la banca a echarle un par de garabatos a la tipa, pero se entró a su box y me tuve que tragar la rabia que se transformó en impotencia, quería pegarle a todo el mundo, agarrar algo a patadas, mechonear a la enfermera, sacar a mi hija de su tortura y llevármela a la casa, abrazarla fuerte en mi pecho y sanarla de puro amor... pero en un segundo de conciencia me di cuenta que no podía hacer nada de eso y que debía calmarme pues pasaría largo tiempo allí y más me convenía hacerme la amable para que me dejaran pasar a verla a su cunita transparente cada vez que yo quisiera. Creo que dió resultado.

Y llegaron más tarde mis papás. Mi mamá me había comprado mis galletas favoritas y una botella de néctar para endulzar la amargura del día.

Fuí a su sala de hospitalización. La encontré tranquilita mirando a la puerta, como si me estuviera esperando. Tenía una vía en el bracito por donde le proporcionaban suero y antibióticos, por lo mismo sólo vestía una manga de la ropa. Estaba semidesnuda y precisamente en esos días se desataba una onda polar en la capital, en algunas partes incluso nevó. En la nariz tenia unas sondas pegadas a la cara que le irritaban su piel lisa y nueva, necesitaba del oxígeno para poder respirar. Me dió mucha pena, no podía dejar de culparme, me horrorizaba recordar que el maldito Sincicial se apoderó de ella y podría causarle irreparables daños, incluso la muerte. Me di vuelta para seguir llorando, es que las madres no lloran frente a sus hijos, y ahi lo ví: lo estaban echando porque no había ninguna Paula Molina en esa sala... obvio, yo no era niña ni enferma, él en realidad estaba preguntando por ella. Entonces me acerqué, me abrazó, me besó, me consolaba con sus palabras y me preguntó por ella. Fué eso que me mantuvo en pie toda la semana que ella estuvo ahí, pues cada vez que terminaba una visita, muy tarde en la noche, él me refugiaba en sus brazos, me dejaba llorar y mojarle su camisa con mis lágrimas, dejaba que me desmoronara sobre él y aguantaba mis sollozos mientras se quedaba dormido en la cama. Él sentía casi lo mismo que yo, pero su condición de hombre le exigía hacerse el fuerte y jurarme que ella estaría bien antes de lo que imaginaba.

Fueron días atroces, estresantes, tristes. La vida familiar se había disuelto. Yo me levantaba muy temprano, salía de mi casa a las 6 de la mañana con mi mamá que me llevaba al hospital. Ahi estaba todo el día con mi bebé, a ratos la alimentaba, le hablaba, la mudaba y la vestía. Pero varias veces tenía que salir para que la examinaran o le hicieran kinesioterapia, en todo caso es mejor que no la haya visto, dicen que es terrible. Les aplastan las costillas desde el centro hasta que ya casi quedan sin aliento, en ese momento los sueltan y echan fuera un grito desde el fondo de su alma que los médicos aprovechan para meter una espátula por la garganta y sacarles las flemas acumuladas. En esos ratos yo hacía hora en el hospital, llevaba mis lanas y tejía, lo recorria hasta aprenderme el laberinto que era, me metía a las zonas prohibidas y revisaba los detalles de los dibujos que hicieron los niños en las paredes. Otras veces iba donde mi tía a desayunar, almorzar y tomar once, que afortunadamente vive cerca, en la misma calle. Mientras tanto mi hijo mayor se iba al jardín y en la tarde se andaba paseando por distintas casas de quien pudiese cuidarlo, se que no le falto amor en esos días, pero si se que le faltaba su mamá. Yo salía del hospital a las 12:30 de la noche más o menos, mi esposo que trabajaba todo el día me iba a buscar y nos íbamos a la casa: ahi encontraba a mi niño, durmiendo ya, en la cama de sus abuelos. Al otro dia la misma cosa, 6 am y lo dejaba durmiendo otra vez. Yo al menos lo veía, pero sufría con la idea de que él me extrañaba.

El día miércoles en la noche la dejé mal. Me fuí con un presentimiento tormentoso. La había estado mirando en su cunita mientras tosía, de pronto era mucho, no paraba, se desesperaba. La tomaba en mis brazos frente a mí hasta que se calmaba un poco y podía respirar, estaba muy obstruida. En una ocasión fué mucho y pedí ayuda. Me sacaron de un manotazo de su lado y me echaron de la sala. Lloré ahi como ningún otro día, no quería irme. Me encontré con la mamá de un niñito de la sala contigua a la de mi hija y me fue a conversar, su hijo tenía 9 meses y la esperaba sentado todos los dias mirando hacia afuera. Me contó que tenía un pulmon muy dañado y otro muy disminuido, y al próximo día le harían una evaluación a ver si podía seguir viviendo asi. Se me acabó el llanto y la miré con los ojos mas grandes que he abierto. Así nos desahogamos y calmamos un poco la pena juntas. Al otro día llevaron al niño a una operación. No supe mas de ella ni de su hijo.

A veces he vuelto a conversar de esto y una vez dije: "yo creí que se iba a morir". Todos se callaron y los distraídos me miraron sobresaltados. Estaba casi resignada a dejarla ir, casi acepté la idea de que así podía ser, casi me rendí pensando que era soberana voluntad de Dios y punto. Pero en uno de esos momentos de patudez que me dan ocasionalmente miré al techo de mi dormitorio entre buscando consuelo y desafiando, y le reclamé cómo era posible que se le haya ocurrido ponerme un bebé en la panza para quitármelo 20 días despues de haber nacido, en qué momento me dejó alimentar ilusiones para sacarmelas de golpe, cómo es que permitió que junto con ella naciera un sentimiento hermoso y que si ella no estaba, ese sentimiento igual se quedaría en mi corazón y su ausencia se notaría el resto de mi vida... ¡¿como no pensó en eso?!

Después de mucho tiempo de no dirigirle la palabra me respondió por puro amor... o para que lo dejara de joder esta cabrita insolente, da lo mismo. La cosa es que le devolvió la vida y a mí la fe y luego de esa noche de miércoles que su salud ha ido mejorando, su cuerpo no tiene secuelas y cada día se vuelve mas bella. "Sobre su cabeza hay una mano especial" dice alguien por ahi...


(escucharon hoy: Yann Tiersen - Comptine d'un autre ete l'ap)

7 comentarios:

Yo y mis otro yo . dijo...

:( mis lagrimas qisieron arrancarse de mis ojos pero no los deje ! ...
nunca me he puesto en esos casos tan tristes con mi bebe ...
de verdad espero no pasar por esas situaciones ... no a mi por fa me da miedo ... y soi cobarde ! ...
pero bueno ... ahi vez a tu peqeña nena ... junto a ti .. junto a su paa y hnito ! :)
para crecer y ser la niña consentida de la familia ! :)
un abrazo ..
te qiero mucho

Anónimo dijo...

A mi se me arrancaron. Pero habían comenzado antes la verdad.
Algunas de aquellas frases -las últimas sobre todo- las pensé también en algún minuto, aunque el contexto fue diferente. Justo ahora me preguntaba ¿por qué?.
A veces resulta que no LO siento como otras personas...pero la verdad ya filo si siento o no que está a mi lado. El está no más. No depende de los limitados sentidos humanos. El Es.

Y eso es todo lo que me queda ahora. No tengo nada y tampoco lo poco que pueda tener, asi también poco me importa. Nada por perder, quizás la vida, pero ni mi vida la considero gran cosa a como El la considera. Y ahí simplemente no entiendo porqué permite ciertas situaciones, en especial con seres tan inocentes. Ellos deben confiar ciegamente en El, en una de esas los más "grandes" son quienes deban aprender algo. Después de todo, a ellos les llegará el momento oportuno cuando EL quiera.

No se qué más escribir. Pienso muchas cosas ahora, sin embargo me alegra el día saber que la Paz cada día está mejor, y que tu fe más firme.

Eres como mi mama fue conmigo. Una versión nueva, y una muestra de EL, por supuesto.

Gracias.

Elaisa De Cordova dijo...

Esta claro..
estoy llorando...
triste historia... más rato escribo, por ahora solamente quiero pensar...

besos


Elisa

Anónimo dijo...

Uii.. amiguis .. te admiro .. eres tan fuerte! siempre tan luchadora ... primero kon el benja ... i ahora kon la pazita .. ! eres una gran madre ii kuando tus bb .. sean grande i sepan .. too lo k has korrido has llorado .. las luchado .. i too por ellos .. estaran .. tan orgullos de ti !

Amiguis te kiero mil .. i aunk ahora nu te veo kmo antes .. tu sabes .. k siempre estoi .. aki .. para lo k sea .. nunk lo dudes! iaa ! :)

buenu ... los odoro a too utedes!

bendiciones .. !


biiee..

Unknown dijo...

triste historia pero con un resultado hermoso...
yo estube 1 mes de practica en el hospital de niños (exequiel gonzales cortes.)
Ahi descubri que tenia una paciencia mas grande que la cresta.... si hay que decirlo jaja..tengo muuucha paciencia..aprendi a entender el sufrimiento de los niños que mas que dolor fisico era la gigante penita que sentian porque las mamas se tenian que marchar..:( (que pena sentia yo tambien cuando los veia llorar, gritar, patalear etc).era como verme a mi chica chica cuando mi mama se tenia que ir a trabajar fue atros.. pero en ese momento ellos tenian que tener algo en que distraerse y para eso esta taraaaaaaaaaannn LA TIA MARIELA!!!!! la que le gustaba ver monos con ellos ver la peliculas (que me encantan no me fasinan..jeje). si solo me falto la nariz y zapatos de payaso,en fin un momento de distraccion que es dificil cuando estan tooo el dia en la misma cama la misma sala y con la misma gente agota.. esa wea mas que la misma enfermedad.(parese que deveria hacerme un bolgger ajaj)
bueno pauly que pena que ayas tenido mala experiencia en el hospital con tu pazita pero la verdad esque hay gente muy mala leche gente que tendria que educarse denuevo y para eso no hay arreglo lamentable...
Ya que estes bien tu y tu gente abrasos gigantes nos vemos algundia jajja chauxxxx....

Lizepunk dijo...

uuuuuuuuffffffff gran historia, me imagino tu situacion, la kiara tambien se me enfermo chikitita y la tuve ke llevar de urgencia como mama primeriza no cachaba nada.. solo lloraba con ella, al ver ke la doctora la revisaba... asi somos las mamas lloramos y sufrimos las penas de nuestros hijos, uno tiende a hecharse la culpa , ya ke es nuestra responsabilidad... y eso es lo ke mas duele al momento de verla tan fragil decaida sobre una cuna... ke la hacen llorar y no les importa ke llore...
Te prometo ke cuando aprenda a hacer kinerespiratoria... te voy a ver a tus dos hijos gratis si lo necesitas... y no sere como esas viejas desgraciadas ke pierden la sensibilidad de ver a un bebe llorando o ke no ven ke las mamas sufrimos con ellos...
Yo en mis practicas lo he visto mucho... y las garabateo mentalmente todo el rato, como aun no me dejan hacerlo yo , lo unico ke hago en ese momento es hacerle gracias a la guagua para ke no llore tanto y la mama se calme...y mirar feo a la kine jaja...

Gran relato...
saludos y fuerza
tienes una familia hermosa

Anónimo dijo...

No pude evitar sentirme agradecida de lo sano q es mi hijo, agradecida de Dios, de q no pasé por lo mismo q tú, en mi caso, no sé si hubiese sido tan fuerte....
Ver q el ser q llevaste en tu panza se "va" de tus manos y tú sin poder hacer nada debe ser terrible...

Te felicito por tener una familia tan linda, y tan unida.....




Chau...